Desde
el mismo momento en que un personaje penetra en el espacio pone en
funcionamiento todos los recursos a su alcance en orden a conseguir lo que
llamamos su DESEO.
Este deseo entra inevitablemente, en contradicción
con:
1)
Otro
u otros personajes que le niegan a condición su deseo
2)
Las
circunstancias ajenas a él, que le dificultan llegar a lo que sería su meta ideal.
3)
Consigo
mismos/a si no esta decidido/a o no sabe como conseguirlo da como resultado lo
que denominamos un CONFLICTO DRAMÁTICO.
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El
siguiente esquema establece el proceso técnico necesario para poner en marcha
la improvisación de cualquier conflicto dramático, por complejo, que éste
fuera:
El
personaje “A” llega exasperado por
el tráfico a casa de “B” su
prometida, a recoger sus gafas que se había olvidado la noche anterior.
“B” que debía estar en
la oficina, esta entusiasmada trabajando en su escritorio. Invita a “A”, a que se sirva una copa y se ponga
cómodo. “A”, intenta de nuevo
convencerla que deben hacer el “viaje a Inglaterra. “B”, que acaba de ser contratada por una editorial, le explica que
quizás este no es el mejor momento para realizar un viaje, y como siempre que
se inquieta pone la música fuerte.
“A” que nunca ha
soportado esa música fuerte que “B”
pone siempre que hay problemas dice:
“A”: Si no vamos a
Inglaterra, no saldremos nunca de esta situación.
“B”: Eso es una tontería
“A”: Mañana encargaré los
billetes de avión
“B”: Yo no puedo ir ahora
a Inglaterra.
“A”: ¿Pone enfermo que
digas siempre “yo no puedo…” Di que no quieres y no volveré a insistir!.
“B”: Yo, en cambio, estoy
harta de que a cada paso me digas lo que debo hacer.
Esta escena que establece un clarísimo
conflicto ya en el texto, reúne los ingredientes necesarios para su uso como
patrón de trabajo, dada su semejanza con tantas y tantas funciones donde “lo dramático” se establece en la
comunicación de intereses de sus personajes. En todo caso es necesario que los
actores que van a trabajar sobre ellas decidan la interpretación qe van a darle
para desentrañar el texto sin historia, y de la historia misma que ponen al
servicio de la escena.
Aplicando
el esquema técnico a la escena tendríamos:
PROTAGONISTA “A” ANTAGONISTA “B”
DESEO: “Intenta, de nuevo,
convencerla de que debe hacer el viaje a Inglaterra”.
RELACIÓN SOCIAL: “su prometida”
LUGAR: “Casa de “B” su
prometida”
PORQUE QUIERE: “Si no vamos a
Inglaterra no saldremos nunca de esta situación”
PORQUE NO QUIERE: “Que acaba de ser
contratada por un a editorial”
RELACIÓN EMOCIONAL (1): “ Me pone enfermo que digas siempre…”
RELACIÓN EMOCIONAL
(2):
“Yo, en cambio, estoy harta de que…”
ESTADO DE ÁNIMO (1): “Exasperado por tráfico”
ESTADO DE ÁNIMO (2): “Entusiasmada”
RAZÓN PARA ENTRAR: “A recoger sus
gafas que había olvidado”
ACTIVIDAD: “Trabajando en su
escritorio”.
Los
conflictos dramáticos que en un principio deben elegir los actores son aquellos
que se hallen cerca de ellos mismos.
En lo sucesivo, y puesto que los elementos
técnicos que vamos a utilizar son los mismos, iremos introduciendo, cada día,…
circunstancias más alejadas de nosotros hasta llegar a los grandes personajes.
Veamos,
cómo nos enfrentamos y preparamos, en orden a la improvisación cada uno de los
elementos del esquema técnico:
EL CONFLICTO
DRÁMATICO LIBRE: (No referido a una escena previa, sino creado por los actores
que van a improvisar).
ACTIVIDAD
Cuando va iniciarse la improvisación, el ANTAGONISTA, se encuentra ya
realizando una actividad. Esta no tiene otra función que acelerar los procesos
emocionales para dar al actor la posibilidad de comunicar al actor
dramáticamente su actitud ante la nueva situación que plantea el PROTAGONISTA
con su deseo
Para el antagonista
será muy importante y muy urgente
Estas
dos características son esenciales y para cada una de ellas el actor debe
buscar una razón-concreta. Se debe concentrar en la tarea.
Aún cuando parezca un contrasentido, es bien
cierto que cuando más concentrado en su actividad este el antagonista, más
relajado y dispuesto se encontrará para improvisar. Todo el problema estriba en
profundizar lo más posible en la razón concreta para la importan ay la
urgencia.
RELACIÓN
EMOCIONAL
Ambos actores, protagonista y antagonista,
deben preparar antes de la improvisación la relación emocional de cada uno de
ellos con el otro.
Cuando pensamos en alguna persona que
conocemos, enseguida recordamos de ella lo que para nosotros es característico:
su mirada dulce, su mal olor, su generosidad, su simpatía, su grano en la
nariz, su terquedad, su autoridad, etc. Si hacemos de esa característica una
razón-concreta y profundizamos en ella, pronto dejaremos salir, a través de
nuestro comportamiento, lo que llamamos nuestra RELACIÓN EMOCIONAL con esa persona.
Sobre el mismo conflicto improvisado, los
resultados han de ser distintos si nuestra relación emocional es de cariño, así
es, por ejemplo, de odio.
Como es lógico, antes de improvisar, nosotros
elegimos la relación emocional sobre la que queremos trabajar. Esto quiere
decir que la relación emociona puede ser real: la que existe entre los dos
actores o imaginaria.
ESTADO
DE ÁNIMO
Si los actores improvisan han dejado nacer un buen estado de ánimos, comprobaremos
cómo todo lo que acontece en la improvisación está, digamos, reñido del color
de ese estado emocional. Este, seguramente irá variando según se desarrolle el
conflicto en la improvisación.
Su función más clara será la de servir de
pantalla para que el espectador vea reflejado el proceso de pugna entre lo dos
personajes, tratando de arrimar cada uno, la situación a su deseo, al mismo
tiempo que ayudará a los actores a olvidar que están iprovisando y a entrar en
una situación imaginaria, (situación dramática).
DESEO
Lo que pide el PROTAGONISTA es lo que llamamos el DESEO.
Este debe ser preparado por los dos actores
de la siguiente forma: Los dos deben ponerse de acuerdo en cual es el deseo.
Debe ser lo más concreto posible.
Después, cada uno de ellos, prepara por
separado sus razones para pedir (PORQUE QUIERE –protagonista-) y para negar (PORQUE NO QUIERE –antagonista-). Para ellos es necesario, como sabemos buscar una
razón-concreta lo más clara y profunda posible.
Para el protagonista hay dos características
esenciales: IMPORTANCIA Y URGENCIA. Es decir, las mismas que
concurren en la actividad del antagonista. Para éste último, y referido al
deseo es suficiente con la primer de ellas; niega por alguna razón importante.
RELACIÓN
SOCIAL
Cuando dos actores acuerdan un conflicto
dramático, han de decidir primero cual es su relación aparente; serán hermanos,
amigos, padre-hijo, marido-mujer, empresario-trabajador, etc. Seguro que no
será la misma forma de pedir cualquier deseo a un amigo que a otra persona. (Presidente
del Gobierno)
No debemos confundir la RELACIÓN SOCIAL con la RELACIÓN
EMOCIONAL.
La primera comunica la relación entre sí,
entre los personajes, la segunda forma en que esa relación se manifiesta en ese
momento.
LUGAR
Los dos actores deben ponerse de acuerdo, y
el lugar en que van encontrarse y debe ser, como es lógico, el mismo para los
dos.
Puede ser un lugar real o imaginario, siempre
y cuando no utilicen de él nada que no sea real.
Una silla, en una improvisación orgánica,
nunca podría ser, por ejemplo un automóvil.
Debe acordarse también si ese lugar es
conocido o es la primera vez que entramos en él. Nadie busca de la misma forma
algo en su cuarto que en la casa de un amigo.
RAZÓN
PARA ENTRAR
Para que puedan comunicar claramente al espectador
su relación emocional, su estado de ánimo, etc… Conviene que su encuentro sea
sorpresa para los dos. Para ello deben preparar una razón por lo que saben a
ciencia cierta que la otra persona esta en el otro lugar y no puede estar en
este. Si yo soy protagonista puedo preparar que hace cinco minutos he llamado
por teléfono a casa de la otra persona y me han dicho que se esta duchando. De
esta forma yo se que es prácticamente imposible que haya llegado. Si esto es
así, el protagonista de preparar una razón para entrar en el lugar en el que va
a desarrollarse el ejercicio. Esta razón no debe tener nada que ver con los
otros elementos del esquema. Yo puedo venir a entrevistarme con una persona que
me había citado previamente.
Hasta aquí hemos tocado todos y cada uno de
los elementos del esquema que debemos preparar antes de comenzar una
improvisación dramática. El orden que debemos seguir es el siguiente: Los dos
actores preparan y se ponen de acuerdo en los tres elementos comunes: DESEO, RELACIÓN SOCIAL Y LUGAR.
Si preparamos bien la razón por la que
sabemos que la otra persona no está en este lugar, en el instante en que los
dos actores se ven se produce lo que llamamos el CONTACTO INMEDIATO.
También si el resto de los elementos del
esquema están bien preparados, el contacto inmediato marcará un alto nivel de
improvisación. Si por el contrario las razones-concreto no han sido
suficientemente profundizadas no habrá contacto inmediato y será difícil
acceder a la situación imaginaria o situación dramática.
Siempre o casi siempre los problemas que
surgen en un ejercicio de improvisación vienen motivados por una preparación
superficial o a menos no suficientemente profunda de alguno de los elementos
del esquema.
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